Dudas que suelen aparecer antes de empezar:

Antes de empezar, es normal que te entren dudas. Aquí te dejo algunas de las más comunes, y cómo suelo responderlas.

El cambio depende de ti, pero antes de eso, pregúntate:

¿Qué es exactamente lo que tengo que cambiar?

Piénsalo bien.

¿Realmente sabes qué te pasa?
¿Sabes por qué te sientes así y cómo modificarlo?

Porque muchas veces intentamos cambiar algo sin entender primero qué es realmente lo que pasa, las cosas la mayoria de las veces no son como uno las piensa. 

Y ahí es donde la terapia si quieres puede ayudarte: a ver con claridad qué es lo que realmente necesitas trabajar.

Y una vez que lo tengas claro, por supuesto, el cambio estará en tus manos.

¿Sabes lo que me fascina de cada proceso que llevo? El Guau, el descubrimiento.

Darse cuenta de cosas que siempre han estado ahí, pero que, de una forma u otra, nos las apañamos para  ignorar,  minimizar o  negar.

Mi función no es decirte lo que ya sabes, sino ayudarte a ver lo que todavía no has podido ver con claridad. Ir desenredando, poco a poco, esas partes de ti que han quedado atrapadas en dinámicas que te hacen sufrir.

No es un proceso para todo el mundo, desde luego. No es fácil enfrentarse a lo que duele. Pero más difícil aún es seguir viviendo con ese malestar sin entenderlo.

Es normal que te lo preguntes.
La terapia cuesta dinero, y a diferencia de otras cosas, no es algo que puedas ver o tocar.

No es un móvil nuevo ni unas vacaciones.
Pero su valor se nota con el tiempo: cuando te sientes más en paz, cuando gestionas mejor lo que te pasa, cuando alguien te dice “te veo mejor”.

Cada sesión está respaldada por años de formación, supervisión constante y un compromiso real con tu proceso.

Más que preguntarte cuánto cuesta, quizás podrías preguntarte:
¿Cuánto te está costando seguir sintiéndote así?

Aquí voy a ser clara: la frecuencia en terapia es importante.

Yo trabajo con una sesión semanal porque, de lo contrario, el proceso se alarga innecesariamente y pierde efectividad.

Además, tener un horario definido es clave para que realmente haya un avance.

Si en este momento no puedes comprometerte con ese ritmo, no te recomiendo comenzar, por lo menos conmigo.

Porque la terapia requiere un espacio en tu vida, no solo de tiempo, sino también de disposición para trabajar en ti.

× Contáctame por Whatsapp